VOLÁTIL
Se paró el tiempo. Una mano me arrastra a una habitación oscura, quiero gritar, llorar, pelear, respirar. Siento que nunca va a acabar, pasan las horas, los días, los meses. Vuelven las ganas de llorar, de gritar, de correr, espera. No. Llega el aire a los pulmones, vuelvo a intentarlo, inspiro y expiro, lloro. Sigo soñando con los ojos abiertos, no los puedo cerrar., pierdo la cabeza. Abro las ventanas y las puertas. Vértigo, me asusta caer, no quiero caer,me mareo, caigo. Despierto. Siento que soy una sustancia etérea y el tiempo es el aire que hace que me volatilice, que me encienda y me apague, que se condense en una nube dentro de un bote de cristal. Y vuelve la mano arrastrándome a esa habitación oscura en la que empezó todo. Vuelvo a llorar, a gritar, a perder la cabeza. Salgo. A través de las imágenes pero me quedo en la habitación, en penumbra. Y ese objetivo se convierte en la ranura por la que me volatilizo hacia el exterior. ¿Libre? no . Sigo en ella.